Somos una comuna a escala humana, que promueve la vida en comunidad, la profundización de su cultura participativa y el fortalecimiento de su tejido comunitario.
Medidas como el cambio de la ordenanza municipal que otorga patentes provisorias y que se enmarcan en el Plan Valpo al 100, han permitido la apertura nuevos locales porteños.
A través de un recorrido por el plan de Valparaíso se puede notar que nuevos locales comerciales han abierto sus cortinas en distintos puntos, con atractivas propuestas gastronómicas y particulares identidades, que llaman la atención de porteñas, porteños y visitantes de la ciudad.
Partimos el recorrido desde Barrio Puerto, en calle Serrano, que hasta hace 30 años, fue la principal calle comercial de Valparaíso. Aquí, a la altura del #487, nos encontramos con Callejón Café, un local que está a punto de cumplir dos meses desde su inauguración, con una audaz propuesta encabezada por tres valientes socias, que apostaron todo por formar parte de la reactivación de este barrio histórico y fundacional.
Una vitrina llena de repostería apta para el consumo de personas veganas, vegetarianas y celiacas, invita a golosear. Dentro nos recibe Maia, una amorosa perrita. En la barra conocimos a Carolina Bertinelli y Rommy Veliz, quienes, junto a Camilo Giraldo, dieron vida al Callejón.
Rommy cuenta que “Callejón Café plantea la resignificación de valores que forman parte de la identidad de Valparaíso. Si te fijas, los elementos que tenemos al interior, son una nueva mirada de lo que observamos en las calles porteñas. Y tratamos de restaurar lo máximo posible el espacio, conservando las características propias del edificio. Y, en términos gastronómicos, queremos ofrecer un buen servicio, de calidad. Trabajamos con Carolina y Camo, que son expertos en café”.
La cocina está al mando de la chef Michaela Díaz, que se encarga de preparar la repostería y la carta salada que ofrece croissant, sellados y sándwich hechos con pan de una de las panaderías tradicionales de Valparaíso: La Guria.
Por otro lado, Carolina y Rommy aseguran que, junto a Camilo, apostaron por instalar su emprendimiento en Barrio Puerto porque lo proyectan como un barrio gastronómico para Valparaíso. “Yo veo que este barrio podría resultar como un barrio gastronómico. Lo he dicho anteriormente. Lorena es vecina y nuestra primera clienta, que viene todos los días, y nos contó una historia de este lugar, de esta calle que hace treinta años atrás que era preciosa. Había harto comercio y, mucha gente. Nos emociona bastante que eso pueda volver a ocurrir. Entonces estamos concentrando toda nuestra energía y la esperanza para que eso vuelva a suceder. También confiamos en los gremios, que de forma colectiva y colaborativa se pueda llegar como a ese fin por el bien de la ciudad”, concluyen las socias.
Avanzando por el Barrio Cívico, en calle Esmeralda, llaman la atención nuevas importadoras, comercializadoras y bazares. Y al llegar a la esquina, justo donde comienza calle Condell, hace seis meses funciona una sucursal del minimarket Jenny y Lorena, cuya casa matriz funciona desde hace largos años donde colindan los cerros Alegre y Concepción.
En plaza Aníbal Pinto, hace dos semanas una emprendedora porteña también se la jugó por bajar del cerro al plan con el minimarket Aníbal Pinto. Y por la misma vereda, a pasos del edificio Consistorial se ubica el Under Wraps, que se encuentra dentro de los 10 mejores locales de wraps en las aplicaciones de comida a domicilio.
En el inmueble ubicado en la esquina de Edwards con Independencia también hay reactivación económica, tras la apertura de una farmacia, un local de equipos tecnológicos y el restaurante peruano Mitos y Sabores del Perú, que delita los paladares de sus comensales desde hace aproximadamente tres meses.
Mientras que, en Pedro Montt, una nueva sucursal de la tradicional panadería y pastelería Plaza y el nuevo emprendimiento Bon Appétit, se abren paso entre los locales de repostería hecha con cariño y amor, directo a la mesa de las y los porteños.
Un panorama positivo que impregna de optimismo a Valparaíso, a través del empuje de sus emprendedoras y emprendedores que apuestan todo, su fuerza laboral y económica y, por qué no, un empuje emocional para ver a su querida ciudad “tirar para arriba”, una consigna y ya casi un lema para quienes habitamos la ciudad Puerto.
En esa misma línea, las estadísticas también son positivas. En lo que va de este año 2022, hay 47 patentes comerciales provisorias aprobadas. Mientras que, en el total del año 2021, hubo 31. O sea, hay un alza de 34% más de patentes existentes que se traducen en locales comerciales en funcionamiento.
Al respecto, la directora de Desarrollo Económico, Adriana Saavedra, destaca que “esto es fruto del esfuerzo y la constancia de las y los comerciantes locales, y también del compromiso que la Alcaldía Ciudadana tiene con la reactivación económica de nuestra comuna, que estamos concretando a través de la implementación de distintas medidas que se enmarcan dentro del Plan Valpo al 100”.
Y agrega: “Una buena noticia para el comercio local de Valparaíso, fue que el Concejo Municipal aprobó la modificación de la ordenanza que otorga patentes municipales provisorias, con el objeto de fomentar el desarrollo de actividades comerciales en la comuna, y que incorpore la venta de alimentos preparados en los mismos locales, que antes no estaba considerada dentro de la ordenanza municipal de patentes provisorias. De esta forma, ahora el municipio entrega la patente provisoria de forma inmediata a las y los contribuyentes que cumplan con los requisitos que exige la ordenanza, es decir, cumplir por la norma de zonificación del Plan Regulador y contar con resolución sanitaria otorgada por el Ministerio de Salud. Así, quienes opten por este beneficio podrán iniciar actividades, mientras regularizan su situación dentro del plazo de un año, según lo establece la ley”.
“Desde la Dirección de Desarrollo Económico y todos sus departamentos, seguimos trabajando en esa línea. Apoyando a comerciantes y emprendedores en la postulación a fondos estatales que les permita obtener financiamiento para invertir y mejorar sus barrios y negocios, con una mirada colectiva, junto a los gremios, agrupaciones y cooperativas”, concluye Saavedra.